El petrolero griego ‘MV Sounion’ que fue atacado el miércoles pasado por los hutíes, un grupo armado en Yemen, permanece en llamas en el Mar Rojo, cerca de la ciudad costera yemení de Al Hodeida.
La entidad de la Marina británica Operaciones Marítimas Comerciales (UKMTO) informó que “el ‘MV Sounion’ permanece a flote, pero se cree que va a la deriva”, basándose en los reportes de otro buque mercante que navegaba en las cercanías.
El ataque fue reivindicado por los hutíes, quienes afirmaron haber utilizado “fuerzas navales, drones y misiles, utilizando varios barcos, misiles balísticos y de crucero”.
La Misión Áspides de la Fuerza Naval de la Unión Europea (UE) llevó a cabo una operación de rescate al día siguiente del ataque, en respuesta a una solicitud urgente de ayuda del capitán del petrolero. La Misión Áspides informó que el ‘MV Sounion’ ha estado ardiendo desde el viernes pasado, 23 de agosto, con incendios reportados en múltiples áreas de la cubierta principal del buque.
Este incidente ha generado preocupación tanto por la seguridad de la tripulación como por el impacto ambiental. Al respecto, la Marina británica y la Misión Áspides han recomendado “máxima precaución” a todos los barcos que naveguen por la zona, dada la amenaza constante de ataques de los hutíes a buques que consideran aliados de Israel en el contexto de la guerra en la Franja de Gaza.
En paralelo, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mathew Miller, advirtió que el ataque al ‘MV Sounion’ podría desencadenar un derrame de hasta un millón de barriles de petróleo, equivalentes a aproximadamente 150.000 toneladas.
Hasta el momento, no se han reportado vertidos, y se está haciendo todo lo posible para evitar una “crisis medioambiental catastrófica”, según el comunicado de la Misión Áspides en X. También resaltaron que están en “estrecha coordinación con las autoridades europeas para evaluar la situación y actuar en consecuencia”.
La Misión Áspides destaca que estos ataques no solo ponen en peligro la vida de los marineros y la libertad de navegación, sino también la seguridad de todos los ciudadanos que viven en la región del Mar Rojo.
Por ello, en su más reciente comunicado, la Misión Áspides sigue monitoreando la situación del ‘MV Sounion’ y ha incrementado las medidas de seguridad alrededor del área afectada. Sin embargo, el riesgo de una crisis medioambiental o de nuevos ataques sigue siendo una preocupación latente.
Fuente: Infobae