Un acto de protesta sacudió este lunes al reconocido Museo Grévin de París, cuando presuntos activistas de Greenpeace sustrajeron la estatua de cera del presidente Emmanuel Macron, valorada en aproximadamente 40.000 euros. El hecho, ejecutado sin violencia, ha sido interpretado como una acción simbólica contra las políticas ambientales del mandatario francés.
El robo fue cometido a plena luz del día por dos mujeres y un hombre jóvenes, quienes ingresaron al museo como turistas y, con aparente facilidad, se llevaron la figura del jefe de Estado. Poco después, el hecho fue reivindicado públicamente por un portavoz no identificado de Greenpeace.
Aunque la estatua fue retirada sin daños ni confrontaciones, la acción ha generado desconcierto tanto entre las autoridades como en el sector cultural. Fuentes policiales manejan dos posibles hipótesis: un acto de protesta ecologista o una maniobra irónica y delictiva con tintes políticos.
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El Museo Grévin, fundado a finales del siglo XIX y ubicado en el bulevar Montmartre, es una institución privada que cuenta con más de 200 figuras de personalidades nacionales e internacionales, incluyendo a figuras como Albert Einstein, Michael Jackson y Alfred Hitchcock. Actualmente pertenece al grupo Compagnie des Alpes, que también opera centros turísticos de esquí y parques temáticos como el Futuroscope.
La sustracción de la estatua de Macron ha desatado el debate sobre los límites del activismo, la seguridad en los espacios culturales y el creciente descontento con la gestión ambiental del gobierno francés. Hasta el momento, Greenpeace no ha emitido un comunicado oficial, pero se espera que amplíen su postura en las próximas horas.
ABC