La tormenta tropical Trami se alejó el viernes del noroeste de Filipinas, donde causó al menos 65 muertos en deslaves y grandes inundaciones que obligaron a las autoridades a movilizar más barcas para rescatar a miles de personas aterradas que quedaron atrapadas, algunas de ellas en sus tejados.
Pero el peligro podría no haber terminado: los meteorólogos estatales plantearon la inusual posibilidad de que el meteoro el 11mo y uno de los más letales que azotó el país este año podría dar un giro de 180 grados la próxima semana empujada por los vientos de alta presión en el Mar de China Meridional.
El jefe de policía de la provincia de Batangas reportó el viernes la muerte de 49 personas, en su mayoría en deslaves provocados por la tormenta en la región del sur de la capital, Manila. Esto elevó la cifra total de fallecidos a causa de Trami a al menos 65.
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Otros 11 residentes seguían desaparecidos en Batangas, explicó el coronel Jacinto Malinao Jr. a The Associated Press por teléfono desde ciudad de Talisay, donde se encontraba junto a un residente cuya esposa e hijo quedaron sepultados bajo una montaña de lodo, rocas y árboles.
Con la ayuda de una retroexcavadora y palas, los agentes se apresuraron a buscar entre tres metros (10 pies) de lodo, piedras y restos, y encontraron parte de una cabeza y un pie que, al parecer, pertenecían a la mujer y al menor desaparecidos.
“Está conmocionado y no puede hablar, y solo le pedimos que señale hacia donde estaba su dormitorio para que podamos excavar en esa zona”, agregó el funcionario.
El viernes por la tarde, la tormenta estaba a 410 kilómetros (255 millas) al oeste de la provincia de Ilocos Sur, en el noroeste de Filipinas, y tenía vientos sostenidos de 95 km/h (59 mph) con rachas de hasta 115 km/h (78 mph). Avanzaba en dirección noroeste a 30 km/h (19 mph) hacia Vietnam, que podría recibir el impacto de la tormenta el domingo, si mantiene su curso.
Pero la agencia meteorológica de Filipinas advirtió que es posible que los vientos de alta presión y otros factores meteorológicos en el Mar de China Meridional puedan empujar a la tormenta de regreso al país.
Entre los 82 fallecidos había 26 residentes muertos por inundaciones y aludes en Bicol, una región agrícola y turística muy afectada del sureste de Manila, que es conocida por el Mayon, uno de los 24 volcanes más activos del país, con un cono casi perfecto.
Al menos 27 personas estaban desaparecidas en varias provincias, incluyendo 17 en Batangas, según Malinao y la Oficina de Protección Civil.
Aunque Trami no alcanzó la categoría de tifón, arrojó lluvias inusualmente intensas en algunas regiones, algunas de las cuales registraron precipitaciones equivalentes a uno o dos meses en apenas 24 horas, lo que provocó inundaciones repentinas.
Más de 2,6 millones de personas se vieron afectadas los aguaceros y unas 320.000 huyeron a centros de evacuación o a casas de familiares, según las autoridades.
En Vietnam, los meteorólogos estatales alertaron de fuertes lluvias en la región central del país. El primer ministro, Pham Minh Chinh, ordenó que las provincias costeras se mantengan alerta, sigan de cerca el rumbo de Trami y se preparen para contingencias.
El mes pasado, el tifón Yagi azotó Vietnam, donde causó 323 muertos y daños valorados en 3.300 millones de dólares, de acuerdo con un reporte del gobierno vietnamita.
Cada año, unas 20 tormentas y tifones azotan Filipinas, un archipiélago del sudeste asiático ubicado entre el océano Pacífico y el mar de China Meridional. En 2013, Haiyan, uno de los ciclones tropicales más potentes registrados nunca causó más de 7.300 muertos o desaparecidos y arrasó pueblos enteros.
AP