Las autoridades de Austria han descubierto una campaña de desinformación impulsada por Rusia para manipular la opinión pública sobre la guerra en Ucrania. La investigación se inició tras la detención, en diciembre, de una ciudadana búlgara acusada de espiar para Rusia.
Según el Ministerio del Interior de Austria, la agencia de inteligencia del país halló pruebas de esta operación al analizar dispositivos electrónicos incautados en la vivienda de la sospechosa.
Las investigaciones revelaron que, pocas semanas después de la invasión rusa de Ucrania en 2022, un grupo vinculado a la inteligencia rusa organizó una campaña de desinformación dirigida a países de habla alemana, especialmente Austria.
Esta operación utilizaba internet, pero también incluía pegatinas y grafitis con mensajes nacionalistas y símbolos de ultraderecha, con la intención de hacerlos parecer acciones de activistas pro-ucranianos.
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La mujer búlgara, cuyo nombre no ha sido revelado, habría desempeñado un papel clave en esta red y mantenido contacto con la inteligencia rusa. Durante su detención, admitió haber trabajado para la célula, especialmente en 2022.
Austria ha estado en el centro de escándalos de espionaje relacionados con Rusia. Hace un año, se destapó el caso más grave en décadas con el arresto de un exoficial de inteligencia austriaco. Se le acusó de entregar datos confidenciales de exfuncionarios a la inteligencia rusa y de colaborar en el robo de documentos de un periodista.
Este exfuncionario, que luego fue liberado, también estaría vinculado a Jan Marsalek, un empresario austriaco prófugo, investigado por fraude tras el colapso de Wirecard en 2020. Autoridades británicas encontraron mensajes que lo relacionan con la agencia de inteligencia FSB de Rusia.
Las autoridades austriacas siguen investigando la influencia rusa en el país y el alcance real de estas redes de desinformación en Europa.
AP